La gente se fija en la flor, en la rosa, nada
más
pero esa rosa está compuesta de
preciosos pétalos
y sin la belleza de cada
milímetro de éstos,
la rosa en su conjunto no sería
bonita.
Yo disfruto la belleza de cada
milímetro de esta rosa,
y conforme me voy alejando,
tengo una mayor perspectiva de su
preciosidad.
Es entonces cuando te conviertes
en algo más que una blanca rosa.
Eres eso, y además, los infinitos
y perfectos detalles que te conforman.
Mirarte es hacerlo a un castillo
de fuegos artificiales.
Destellos, brillos y belleza a
cañonazos,
sin poder fijar la vista en un
punto exacto.
Queriendo obtener en una única
imagen
cada uno de los maravillosos
milímetros que te definen.
Girando la cabeza en negación
inconsciente
pensando que no es posible
concentrar tanta belleza.
Todas estas sensaciones las he
tenido hoy, contigo, a un milímetro de ti.
Mi causa es tu amor... estar enamorado.
Estarlo de ti, amor mío.
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