Mujer, aparte de todo cuanto vivimos
Y bebimos del néctar de lo prohibido,
Sueño con que una noche inconfesable
Puedas hechizarme y seducirme
Con las curvas voluptuosas e insaciables
De tus ansias de vivir lo irreprimible.
Puedas elevarme hasta el éxtasis
Del excelso universo desconocido.
Puedas, por fin, dejarme poseer
Del manantial que germina en el vergel
De tu alma, virgen, fecunda y angelical.
Mujer, sé que lo expuesto es la moda,
Pero la sustancia inestimable e interna
Que queda impregnada en tu espíritu
Es lo que más aprecio y lo que más amo
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